El cangrejo fantasma, residente másivo de las costas del mar de Andaman, tiene un hábito de supervivencia que lo convierte en un animalito curioso. Cuando la marea baja, cada uno excava un tunel para desenterrarse y salir a la superficie para alimentarse. Cada cangrejo retira la arena húmeda de su escondite y la convierte en pequeñas bolas, y estas las coloca de forma aleatoria alrededor de la boca del tunel. Sin embargo, por razones desconocidas, la colocación de las bolitas acaba formando una imagen no regular pero ordenada. Como hay muchos, con las horas se crean a cada bajamar un conjunto de formas curiosas alrededor de los muchos tuneles excavados por el vecindario de cangrejos. Le llaman fantasma porque se mueve a mucha velocidad y desaparece al instante. Artista y Fantasma… tal vez ustedes conozcan a alguno.