Las peluquerías para hombres en el Sudeste asiático son verdaderos esquiladeros de ovejas, solo si hay suerte te sientan en un sillón de barbero, y normalmente cortan con muy poco arte… Lo de las señoras es diferente, sería pretencioso llamar “Salones de belleza” a los zulos donde las ponen guapas, pero al menos las atienden con cierto equipamiento. Las clientas se tiran horas con rulos en la cabeza, les aplican máscaras de barro paralizantes, manicura, pedicura, depilaciones, lo que haga falta para estar sexy. Este es un Mundo antiguo donde el papel de los géneros está claro, ellas se obligan con su imagen porque les encanta, ellos pasan completamente. Sumisión por parte de ellas? No lo creo…